Paisaje y ruralidad

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JUÁN ANDRÉS ORIA DE RUEDA
Profesor titular de la Universidad de Valladolid,
Departamento de Ciencias Agroforestales. Campus de Palencia.

paisaje_0La conservación de la naturaleza en nuestro medio está completamente ligada a la presencia del hombre, y la despoblación absoluta o la eliminación del ser humano en el mundo rural significaría la extinción de muchas especies, de muchos componentes de la biodiversidad.
En otros lugares podría ocurrir algo distinto, pero en la Península Ibérica el hombre se ha adaptado desde hace cientos de miles de años a aspectos de la naturaleza. Es el caso de la trashumancia, que supone una adaptación del hombre al medio natural, ya que antes de que existiese el hombre en la Península Ibérica las redes de trashumancia eran ya recorridas por animales, especialmente bóvidos. En muchos casos son pervivencias de paisajes en su origen naturales, pero que el hombre ha mantenido.
Respecto al mantenimiento de la flora, la UE está deseosa de conservarla, pues la totalidad de las plantas endémicas y raras que existen en la Península Ibérica y en España no están ligadas a lugares donde no accede el hombre o donde no hay ganado. Al revés, la totalidad de las plantas están ligadas a espacios de degradación entre comillas, lugares donde el hombre interviene. Recuerdo que cuando comencé a trabajar me hablaban de cierto senderismo en torno a la ciudad de Palencia y me comentaron que había que poner una verja para que no pasara la gente ni los animales. Entonces me pareció que era imprescindible que el ganado y el hombre estuvieran en el lugar para conservar esas y otras muchas especies de plantas, muchas de ellas amenazadas de extinción porque en sus lugares ha desaparecido el ganado.

Mucha gente puede decir que ahora van los corzos y los ciervos, pero hay que precisar que los bóvidos y los équidos modifican la vegetación y hacen un control peculiar que hace imprescindible la existencia de la ganadería extensiva para la conservación de esa biodiversidad.
De hecho, muchas especies de hongos, concretamente la producción de setas como recurso micológico, está ligada a los paisajes rurales tradiciones y a la adaptación de estructuras ancestrales.
La sociedad entera y la UE se tienen que dar cuenta que la presencia del hombre en el mundo rural, que la presencia de la agricultura y la ganadería, tiene un valor imprescindible para la conservación. No sólo tiene interés como algo secundario, sino que hay un interés ecológico y de biodiversidad. En muchos paisajes, terrenos pastados, dehesas o montes aclarados para aprovechar el ganado, muchas especies animales de menor tamaño también están ligados a esas condiciones y dan al paisaje tradicional un valor económico múltiple, un valor histórico y un valor excepcional porque han transcurrido durante milenios.
Un caso muy grave es que el abandono rural se promovió pensado que el ámbito rural había que trasformarlo y hacer algo parecido a Alemania. De hecho, en la Escuela de Montes que se funda en Alemania se dan unas directrices que abogan por hacer montes, especialmente de coníferas, expulsar el ganado y meterlo en granjas. Esto gustó a una serie de técnicos que vinieron aquí y ¿qué es lo que hicieron? en amplias zonas de León y Zamora dijeron que había que echar a la gente y poner plantaciones de pinos muy parecidas a Alemania e incluso trajeron los piñones del país germano aunque había pinos aquí, sobre todo en tiempo de los astures. Curiosamente, con la invasión romana desaparecieron los pinos, algo que contrasta con quienes defienden que los pinos los trajeron los romanos. En esta zona se implantan los pinares con buena intención, posiblemente para hacer un paisaje rural forestal con pinares densos, y los montes de roble los cortan creyendo que no tiene valor. De hecho, la mayor eliminación de árboles monumentales y montes tiene lugar en el siglo XX, en el ámbito galaico leonés y en el astur leonés en general; superficies gigantescas son cortadas, en muchos casos en la totalidad. Curiosamente, en estos lugares se decía que existía un odio bárbaro al árbol.
Estudiando aspectos históricos del siglo XIX y XX se constata que se eliminaron miles de hectáreas de árboles en extensiones más que considerables. Incluso en un tiempo muy reciente, en los años 60, muchos árboles enormes fueron arrancados y transformados en traviesas.
En muchos de los paisajes rurales que tienen un interés especial, tipo castañar, hay un valor excepcional natural dado por la misma especie. El castaño es un árbol que existía de forma natural mucho antes de los romanos en muchas comarcas del noroeste y del centro peninsular, y con la llegada de la cultura celta se extiende, mucho antes de que llegase el pinar romano. Se produce una adaptación a una especie que existía de forma natural y es completamente falso afirmar que los trajeron los romanos.
Se produce una adaptación al lugar ymuchas especies juegan un papel importante en relación con la vegetación. En muchos casos, équidos y bóvidos que existían antiguamente fueron sustituidos por otras razas o por la misma acción del hombre.
Muchos animales considerados en peligro de extinción están relacionados con las redes de trashumancia. En este sentido, en el Cerro de Guisando, por ejemplo, hay unas colonias de aves rapaces que están ligadas a sistemas ganaderos extensivos en los que se favorecía no sólo que un animal se alimentase con vacasmuertas -es digno de ver una vaca avileña con cien buitres encima-, sino que el mismo ganado tiene una influencia y una impronta en el espacio y sobre la vegetación, algo que hace que luego sea el nicho ecológico para muchas especies incontables, hongos, plantas y otros animales que viven en ese espacio. Si se destruyen esos animales se produce un envejecimiento de la vegetación, hay alguna especie que empieza a proliferar y el resto se elimina.
paisaje_1Hay paisajes históricos y antiguos que arrancan del neolítico y están adaptados a condiciones prehistóricas. Muchos de los bosques no son como uno podía pensar -una selva que ha quedado de milagro-, sino que en muchos lugares de la parte occidental peninsular el cuidado de las especies productoras de bellota dio lugar a una verdadera selección de muchas variedades para la mayor producción de este fruto. Hasta no hace mucho, había personas injertadoras de encinas y alcornoques en el ámbito de las dehesas y encinas milenarias son injertadas para la mayor producción de bellotas. No sólo en las dehesas, también en muchos lugares de la montaña cantábrica la gestión del monte era para la producción de bellotas.
Muchos bosques son plantados hace muchos siglos. Alguien podría pensar que hasta que vino el primer encargado de la repoblación forestal no se había plantado ningún árbol y eso es completamente falso.
Muchas veces quedan reductos de unos tipos de bosque tradicional. Por ejemplo, los acebales en la provincia de Zamora, que han sido transformados y talados en los últimos cien años cuando originariamente eran bosques de árboles gigantescos.
En un interés forrajero, había unas ordenanzas tradicionales extremadamente complejas sobre conservación de los montes. En muchos lugares se ha prohibido el aprovechamiento tradicional y ¿qué ha pasado? que se están secando los árboles. No era un bosque primigenio donde no había pisado nunca el nombre, era un bosque totalmente llevado y controlado por el hombre y el ganado, adaptado a unas condiciones naturales. Es imprescindible que los poderes públicos tengan en cuenta que nosotros necesitamos que exista el hombre y un conocimiento del manejo de la vegetación rural y de los bosques.
En muchos casos hay montes que cambian en su uso ganadero. En el monte de Valsaín, había un gran bosque de árboles de acebo que es adquirido por la Casa Real a finales del siglo XVIII con el objetivo de tener un pinar como los de Alemania. Entonces todas las zonas de bosques pastados se intentan prohibir y los bosques de acebos son arrancados. Insistían en que había que hacer una eliminación absoluta, incluso se quejan en 1890 de que sigue algún brote de acebo en el lugar. Se acaba con ese bosque tradicional, que era un monte controlado para el uso ganadero porque el acebo suponía un refugio, más que alimento, para las razas autóctonas.
El acebo es muy apreciado en la cultura tradicional y su conservación es importantísima.
También sirve de refugio de muchas especies de plantas y de animales; urogallos y faisanes de monte, ahora en peligro inmediato de extinción, iban a estos montes gestionados de forma tradicional a refugiarse. No iban al monte o a los acebos dispersos en el robledal, iban al lugar donde esa cultura ancestral antiquísima entronca con los animales que vivían en esos paisajes -bóvidos y équidos- que se querían conservar. Por eso la conservación de ese tipo de vegetación era imprescindible para continuar los recursos que se tenían.
Las medidas del uso para la conservación de estos hábitats tienen un interés enorme para divulgar a la sociedad y los interesados en la naturaleza en la UE deben saber que la conservación de la biodiversidad debe estar ligada a la pervivencia del mundo rural. Hay quien dice que desde que abandona la gente el entorno rural hay mucha más fauna. Hay muchos más jabalíes y ciervos, pero también hay muchas especies de animales que desaparecen y que vivían ligadas a zonas más abiertas de bosque aclarado.
En cuanto a las plantas, hay casos en toda Castilla y León en los que aparentemente uno podía pensar que son hábitats completamente naturales; en los trabajos de Rodríguez de la Fuente se habla de selvas primigenias, de zonas donde no está el hombre, y eso no es correcto.
Gran parte de la flora está ligada a los montes aclarados y no sólo eso, para una gran cantidad de especies de plantas, la presencia del ganado que se ha fomentado es imprescindible y debe promoverse en su justa medida. Si hablamos de una concentración parcelaria respetuosa no podemos hablar desde un extremo del abandono absoluto. Se puede hacer sin que sea a costa de la destrucción más absoluta de todos los elementos del paisaje. La unión del arbolado con el ganado es imprescindible, a esto se une la actividad humana en el monte y que muchos de los conocimientos del hombre sobre el ámbito tradicional son valiosísimos para la conservación del mosaico de la diversidad.
Respecto a la conservación de los árbolesmonumentales que se teníamuy a gala, a lo largo del siglo XIX y XX enmuchas zonas de España como Cantabria o el País Vasco, se eliminanmillones de árboles multiseculares que se habían conservado. Ocurre en la comarca de La Carballeda y en otras zonas de León y Orense.
paisaje_2En amplias zonas abiertas, en otras provincias como Valladolid, pastaba una ganadería especial que se extinguió al finalizar el siglo XIX de raza negra, del mismo tronco de la sayaguesa, que consumía los herbazales salinos. Esa misma ganadería era imprescindible para la conservación de un tipo de hábitat muy peculiar como son los humedales, las zonas donde estaban las aves acuáticas, y en muchos sitios se han extinguido razas que habitaban desde tiempo inmemorial. Conservaban la diversidad de plantas y el uso ganadero debiera mantenerse para la conservación de la biodiversidad. No digo que haya que aumentar la ganadería de forma indefinida, pero es imprescindible para la conservación de la biodiversidad.
Los técnicos tienen medidas para la gestión del territorio, de los pastos, del ámbito arbóreo, del matorral para evitar los incendios… un problema gravísimo que hay es que tras el abandono del mundo rural muchas zonas se llenan de matorral muerto. El matorral alcanza los 35 ó 40 años y muere, y eso da lugar a unos incendios pavorosos en los que muchos árboles milenarios desaparecen. Árboles de 800 y 900 años se están perdiendo cada año en multitud de pueblos debido a incendios por el abandono, cuando antes estaba perfectamente controlado el exceso de matorral.
Hay árboles grandes que se han eliminado bajo un falso argumento de mayor desarrollo, se decía que retirar estos árboles iba a favorecer el crecimiento de los más pequeños. Su eliminación a veces ha pervivido en la toponimia de algunos lugares y en la memoria de de sus habitantes.
La conservación exige un reconocimiento de la importancia del papel del hombre en el mundo rural y conocer que el desarrollo agrícola, ganadero, forestal, industrial y turístico se puede hacer en equilibrio con la conservación del nuestro patrimonio. La técnica actual tiene numerosas herramientas para poder enfrentarse a la gestión de todo esto.